Una singularidad en la oratoria martiana: La tropología (página 2)
Cada conmemoración del 10 de Octubre le
sirvió para analizar el pasado y hacer previsiones de las
necesidades futuras, con fino tacto escudriñó todos
los renglones de la historia revolucionaria
reciente, señaló los escollos e iluminó las
virtudes, comparó situaciones y esbozó los límites de
las nuevas soluciones.
Durante estos años, residió permanentemente en
Estados
Unidos.
Su estancia en este país, donde se hallaban los
grupos
más nutridos de emigrados cubanos, no parece haber sido
obra del azar por lo que se convirtió en el lugar obligado
para trabajar con eficacia en los
preparativos de la guerra
libertadora, es así como sus ideas van alcanzando mayor
madurez, profundidad y solidez en este contexto en que
conoció las "entrañas" del monstruo, que ya
latían y amenazaban el porvenir de Cuba y de toda
América.
Mediante su batallar y la preparación de la
guerra fue ofreciendo su visión acerca de los peligrosos
despuntes imperialistas, de la expansión norteamericana,
lo que le permitió asumir un nuevo grado de razonamiento
anti anexionista y desarrollar, ajustado a las evidencias de
su época, la tradición cubana de lucha contra el
anexionismo que lo conduce a una posición consecuentemente
antiimperialista; por eso la guerra era doblemente necesaria, con
el calor de la
impronta imperialista del gobierno
norteamericano el anexionismo adquirió nuevos rasgos e
impulsos, sobre todo, si se considera, que la Secretaría
de Estado, la
ocupaba, por aquel entonces, el acérrimo defensor de los
intereses expansionistas, Jame Blaine.
Traza la proyección estratégica de su
pensamiento a
partir de la comprensión de los problemas del
área, lo que hace pensar que un elemento importante y
original de José Martí
sobre el equilibrio del
mundo, en su aspiración de la unidad latinoamericana, era
el ineludible equilibrio político, económico y
comercial; se constituye también como otro elemento, las
reiteradas ocasiones en que dijo que el equilibrio era para
salvar el honor de Estados Unidos que se estaba convirtiendo en
una República Imperial.
Fueron varios los intentos insurreccionales por parte de
los verdaderos patriotas, aquellos que mantuvieron en alto su
bandera y trataban por todos los medios de
reanudar la lucha armada.
Los principios y
objetivos de
la lucha se van precisando cada vez más y en consecuencia,
José Martí,
llegada la fecha de 1887, empieza a reorganizar la
emigración y a estructurar el movimiento
revolucionario.
El 10 de Octubre del mismo año pronuncia un
esclarecedor y combativo discurso ante
los cubanos reunidos en el Masonic Temple, de Nueva York, a
partir de entonces se entrega a la tarea de preparar las
condiciones indispensables para la batalla final por la independencia
de Cuba.
La preparación ideológica de la guerra fue
llevado por Martí a los emigrados a través de los
discursos
pronunciados entre 1887–1891. La serie se articula
:
- Steck Hall, Nueva York, 24 de enero de 1880, se
destacan como ideas centrales: " Decir es un modo de hacer "
"Los grandes derechos no se compran con
lágrimas sino con sangre.
" - 10 de Octubre de 1887, en Masonic Temple.
- 10 de Octubre de 1888, en Masonic Temple.
- 10 de Octubre de 1889, en Hardman Hall.
- 10 de Octubre de 1890, en Hardman Hall.
- 10 de Octubre de 1891, en Hardman Hall.
Fue necesario acudir al terreno de la Teoría
Literaria para enfrentar el análisis del lenguaje
tropológico, de manera que se realizó el estudio
bibliográfico de algunos especialistas dedicados a la
teoría del arte literario,
sus criterios, definiciones y consideraciones fueron de gran
valor.
Es obvio que una peculiar organización del lenguaje implique una
peculiar organización del pensamiento, por ello, la
comprensión de la dialéctica pensamiento-lenguaje
es esencial en la teoría de la literatura. José
Martí fue capaz de plasmar la más efectiva
prédica política en la
más perfecta estructura
verbal, plena de connotaciones estéticas, en su obra se
integran y equilibran armoniosamente todos los elementos de esta
dialéctica, de modo tal, que el resultado es una obra de
arte en que lo novedoso del contenido se va despertando a
través de la forma.
El valor de la tropología desde el punto de vista
estético es inseparable de su valor desde el punto de
vista del conocimiento
que brinda; amplía el saber penetrar en la realidad con
una inteligencia
racional y afectiva, mediante el pensamiento y el sentimiento a
la vez, permite la visión del mundo, de la vida y el
desarrollo de
las capacidades humanas. Es decir, la tropología y en
particular la metáfora, por sus infinitas excelencias
creativas, transitan en unidad indisoluble con la teoría del
conocimiento y afirma su unidad en su diversidad.
Con el surgimiento de la literatura moderna, a partir
del Parnasianismo de Baudelaire y el Simbolismo, enarbolados por
sus discípulos Verlaine y Rimbaud, el uso de la renovadora
tropología pasa del francés al castellano con la
innovación modernista iniciada por
José Martí, primero con sus crónicas
periodísticas y luego con su libro de
versos Ismaelillo, en 1882. Su pensamiento modernista
trascendió las fronteras de Cuba, adquiriendo un matiz
universal. (11)
Para el análisis del discurso se tuvieron en
cuenta los siguientes elementos o recursos
tropológicos: imagen y los
sentimientos que expresan patriotismo, libertad,
rebeldía, unión de varios sentimientos; las
metáforas: nominal, verbal, unimembre,
perifrástica, por su especie y los epítetos:
tipificador, enfático, epíteto en metáfora y
epíteto antítesis.
En octubre de 1890, pronuncia el cuarto discurso
de la serie, en Masonic Temple, Nueva York esta tradicional
velada ve más cercana la contienda, aunque consideraba que
no había llegado el momento oportuno para
desatarla.
Imagen:
sentimiento de libertad
Constituye un elemento central en el discurso, luego se
encuentra en cada idea enunciada de manera implícita, las
ansias de libertad de los cubanos, el espíritu de justicia y
rebeldía ante la situación, hace que la voz de
Martí se levante, porque para él la patria
tenía vida propia, existía y estaba oprimida:
"Otros llegarán sin temor a la pira donde humean, como
citando con la hecatombe, nuestros héroes: […]
Me parece que veo cruzar, […] pasando lista, una sombra
colérica y sublime; la sombra de la estrella en el
sombrero; y […] el deber de todos nosotros, […]
es ponernos en pie, y decir: "¡presente!" (12)
En el artículo "José Martí: dos
situaciones históricas y un discurso algo olvidado," Oscar
Loyola, su autor, refiere aspectos importantes acerca de este
discurso, precisa ideas y subraya la sagacidad del orador para
dar respuesta a cuestiones tan difíciles que podían
comprometer, entre otras cosas, la
organización independentista, la actitud
martiana que parte de otros momentos históricos, como el
Plan
Gómez-Maceo del 84-86: "Si el clarín suena de
allá, con todo lo que tengamos hecho, iremos a donde
nos llame el clarín. " (13) Integración de símil y
metáfora caracterizan la imagen, lo estético
adquiere su proyección política al situarlo en el
marco circunstancial de la época.
En la imagen: " Y si por la timidez continua de los
intereses esperanzados, […]-o por temor de que la guerra se
alzase con bandera imprudente […] si por la habilidad de
nuestro opresor o culpa nuestra se fueran dividiendo […]
¡-levantaremos, en brazos de la América libre,
nuestra patria buena y grande!,"(14) se aprecian las ideas acerca
del programa que ha
ido estructurando en función
del objetivo
libertario.
Es, ante todo, esta imagen una profesión de fe en
el futuro libre de Cuba, que habría de lograrse a partir
de una política de pensamiento íntegro, acción
generosa, una práctica desinteresada y pródiga,
precisamente se percibe así con mayor fuerza los
componentes necesarios integracionistas.
Por otra parte, se encuentran en la obra imágenes
que cristalizan un objeto concreto, que
la hace particular y realmente plástica. Esta
representación visual no es usual en la literatura,
así por ejemplo se cita:" Porque nuestra espada no
nos la quitó nadie de la mano, sino que la dejamos caer
nosotros mismos; y no estamos aquí para decirnos ternezas
mutuas, […]sino para ir poniendo en la mano tal firmeza que no
volvamos a dejar caer la espada". (15)
Es la imagen que brota del pensamiento oratorio,
altamente dotado en captar las impresiones del mundo circundante
y siendo Martí literato de talento, supo imaginar esas
particularidades en el objeto, ofrecer de manera exacta y con
expresiva fusión la
idea con el fenómeno de la vida.
Como resultado de la experiencia de los múltiples
esfuerzos patrióticos que en la segunda mitad del siglo se
había venido desarrollando, frustrado en el Zanjón,
consideraba que no todos, ni en la emigración ni en Cuba,
habían asimilado las causas reales del revés, la
comprensión de los errores cometidos, lo que era necesario
para reiniciar la organización de una nueva contienda,
alrededor de la cual debían aunarse, en
participación equilibrada, todas las fuerzas por la
independencia, había que razonar adecuadamente las
premisas de una nueva etapa de combate, de ahí la
importancia histórica de esta
afirmación.
El orador "apela a la sensibilidad patriótica de
sus oyentes para, destacando las glorias pasadas sin soslayar sus
errores, trazar pautas que conduzcan a una acción
revolucionaria más efectiva, común a todas las
generaciones allí presentes,…" (16)
Es significativo el empleo del
sustantivo "espada," símbolo de lucha, sacrificio y
redención, asociado en este caso a la dedicación de
Martí a la lucha en favor de la elevación moral y
social, como representación de las cualidades de fuerza y
fulgor.
Sentimiento
patriótico
Mediante el análisis de las imágenes que
integran el sentimiento patriótico, se puede entender en
el plano particular del autor la causa de la expresión
misma que resulta a veces difícil deslindar a lo largo de
la pieza, en esta imagen literaria que provoca el lenguaje,
expresado especialmente en la sucesión de
metáforas, el discursante invoca y personifica la patria:
" A nuestra patria, de lo más hondo y decoroso de nuestra
alma,
enviamos[…]este unánime mensaje:'¡ Patria!',
más querida mientras más infeliz, y más
bella,[…]mientras más débil y abandonada, tu
semilla dio fruto; las frentes que besaste te son fieles; …
"(17)
Se muestra, de
manera original, expresiva y con gran fuerza comunicativa, la
afluencia de este sentimiento, al subrayar: " Si se nos salta el
corazón
¡ cómo no se nos ha de saltar! cuando vemos vivir en
el silencio: lleno de promesas de los montes,[…] a uno de los
padres evangélicos de nuestra libertad,[…] que
montó a caballo cuando el honor pasó redoblando por
su casa, […] dejando atrás la madre, adorada de veras,
[…] el gusto y el orgullo de todo cuanto poseía."
(18)
Con palabras elocuentes, salidas de lo más hondo,
se observa cómo se personifican las abstracciones, a
través de una serie de elementos inanimados (sustantivos
abstractos: silencio, honor, muerte) para
presentar toda una realidad, para convencer al auditorio, se
reitera la necesidad de unir, el reconocimiento a los grandes y
la alerta contra cualquier despotismo futuro de la
república, demostración de la función
apelativa del lenguaje, concepción y operación
cardinal, pues implica la intención del hablante, en este
caso el orador en persuadir al oyente para que adopte su punto de
vista, razón clave en la oratoria,
sobre todo en la revolucionaria.
En ocasiones, el orador presenta la imagen no como una
sensación, sino como impresión de muchas
sensaciones que se reciben, al acentuar: "¿Ni qué
falta por decir, ni qué soldado falta en la lista de esta
noche? Lo que ha de asombrar a los descreídos, […] es
que, en esta época sin gloria y sin triunfo, nos queden
tantos como nos quedan: […] el verdadero hombre no mira
de qué lado se vive mejor, sino de qué lado
está el deber;…"(19)
Sentimiento
de rebeldía
En la pieza oratoria, como verdaderamente
artística, en su proyección, al revelar los valores
auténticos que expresan las necesidades apremiantes de la
sociedad
cubana del siglo XIX en su segunda mitad, se perfilan las ideas y
aspiraciones a través del tamiz emocional del orador,
dándoles un sentido personalizado, individualizado,
peculiaridad básica del lenguaje que caracteriza el estilo
oratorio martiano,"¡Levanten el ánimo los que lo
tengan cobarde!: […] aunque con el gusto del pan, […] se
aquietasen las iras que hoy trastornan los rincones más
apacibles del país,-… "(20)
Más adelante, el tribuno, conocedor del
público a quien se dirige y de sus resortes
sicológicos e ideológicos, alza con vehemencia su
voz para desenmascarar las pretensiones reformistas de la
burguesía y sus ventajas económicas que se ven
quebradas con la Ley McKinley, lo
que provoca sus súplicas; a ello se opone, con una
positiva reacción y una aseveración brillante,
capaz de conmover y aunar a los allí congregados,
entonces, enfrenta las demandas mediatizadoras burguesas con todo
el peso de la intransigencia revolucionaria de los insignes
patriotas de la Guerra Grande: Céspedes y Agramonte, si
los futuros combatientes, desconocieran sus responsabilidades, si
su memoria les
fallara: "….¡con la fuerza del pan nuevo les
volvería a la sangre dormida la memoria, la
dignidad
latente azotaría el rostro[…]despertaría en los
corazones reanimados el fantasma de San Lorenzo y de
Jimaguayú!" (21) La burguesía de Cuba,
históricamente, no estaba capacitada, no podía
entender la hermosa idea martiana que un pueblo en revolución
se mantiene de ella hasta que se extingue o la corona.
A través de la imagen, indisolublemente ligada
por su naturaleza a
la metáfora verbal "aquietasen las iras" el orador da
prueba de su fe inquebrantable en el triunfo de la justicia, de
su gran amor por la
patria, por lo que se erige como genial intérprete de la
conciencia de
aquellos que anhelaban la libertad.
Se revela la diversidad tropológica y se
desarrolla la idea de totalidad como criterio de la verdad el
dimensionar Martí el devenir humano como hecho de suprema
importancia para el presente y para el futuro.
Unión de
varios sentimientos
José Martí aglutina en la imagen toda una
realidad, en vísperas de la "guerra necesaria", poniendo
todas sus facultades, sensibilidad y los recursos figurados, como
muestra de su singularidad estilística en función
de la idea que comunica: "Estas no son noches de enumeraciones ni
de tesis;[…] por las lágrimas que hemos visto
aquí rodar de los ojos del patricio magnánimo y de
la viuda a cuyos brazos no volvió nunca el
compañero, […] no hemos de querer que nos lo
engañen ni nos lo destrocen: es nuestro pueblo, el pueblo
de nuestras entrañas…"(23)
Metáfora
Este recurso adquiere gran importancia, ayuda a la
rápida comprensión intuitiva del pensamiento
así como resulta el producto de
una actividad inmediata en la expresión y
valoración estética de ciertas cualidades de la
realidad: "… porque en Cuba, […] por el aviso superior del
interés
constante, desean la guerra con el corazón leal los
mismos que la rechazan con el juicio tímido."
(24)
La profunda dimensión que tenía
Martí de los derechos de cada hombre de ser libre, se
expresa en estas metáforas que dan la medida de la
profundidad de su pensamiento. Hace gala de su estilo, fundiendo
con maestría ejemplar la preocupación por la
patria, y es así como manifiesta sus sentimientos
libertarios y patrióticos, introduciéndolos, a
manera de antítesis, a través del empleo de las
formas verbales del presente indicativo, "desean /
rechazan."
En las metáforas verbales y unimembres se hace un
desplazamiento o traslación de lo animado a lo inanimado,
al atribuirles condiciones o cualidades propias de seres con vida
a lo que carece de ella, se ofrece una visión mucho
más certera de la realidad y una idea más
perceptible de la situación; en consecuencia, se obtiene
una impresión más eficaz y un mayor efecto
emocional en el auditorio.
La presencia metafórica proporciona más
riqueza y brillo a la expresión, pero también como
recurso de base conceptual y de asociación de ideas,
resulta válida para desentrañar más de un
significado o concepto, al
mismo tiempo, no
solo traslada el sentido de los nombres de las cosas, sino
también de causalidades, características,
atributos, acciones, por
ejemplo: "Si se nos salta el corazón de
celos y de agradecimiento,… "(25) la metáfora
metonímica, verbal, unimembre, de lo inanimado a lo
animado, con un carácter hiperbolizado, al utilizar el
sustantivo "corazón" con todos sus atributos, de manera
admirable y pertinente presenta la fuerza y el alto valor
poético en la perfecta unidad que el orador ha creado
entre la expresión y la idea básica, a partir de
ella revalida su fervor patriótico y libertario, el
reconocimiento a los que lucharon por la patria.
La palabra corazón representa el hombre
capaz de recibir todas las sensaciones, representa la vida,
el amor, la
hermandad, el sacrificio; se evalúa, igualmente, en otro
momento del discurso su presencia, con una connotación
diferente, aunque interrelacionado en su esencia, al expresar:
"…si por este lado padecemos,[…] por otro lado levantamos
el corazón;…" (26) Es la forma verbal del presente
indicativo "levantamos," que le otorga el valor y la riqueza
espiritual a la metáfora verbal, unimembre, de lo animado
a lo inanimado.
El origen de la expresión hay que buscarlo en la
frase "sursumcorda" del latín, que significa "levantemos
nuestros corazones". En el término se inscribe la
"españolidad literaria" de José Martí,
especialmente la influencia de la mística Santa Teresa; en
cambio, el
Maestro la emplea en un sentido revolucionario y
patriótico, levantar el ánimo, idea reiterada en el
discurso, estar dispuesto, preparado para el fin supremo,
alistarse de manera segura y serena para el cumplimiento del
deber patrio.
En Santa Teresa y en Martí el develamiento total
de lo propio no es, sino, un testimonio de fe. Tan inmenso
parecido espiritual se acentúa y concreta en el hecho de
estar entregados los dos escritores a una tarea apostólica
muy teñida de intenciones inmediatas, aunque opuestas en
los planos conceptuales e ideológicos: Santa Teresa, con
Dios, y José Martí, con la patria.
Por otra parte en la arenga, para producir una idea
más perceptible de la situación y comunicarla con
el mayor ardor recurre a la metáfora nominal unimembre, de
lo inanimado a lo animado plasmada en la figura retórica
de la prosopopeya, "triste independencia," para significar
así, cómo los cubanos, contrarios a la
independencia se reafirmaron en sus posiciones tras el fracaso de
la guerra. Otros, que incluso, habían combatido contra
España,
perdieron la esperanza de sacudir el yugo colonial y se
encaminaron a buscar reformas que mejoraran la situación
de Cuba, y a reclamar de España el cumplimiento de lo
pactado en el Zanjón.
La intensidad emocional es recibida por la
emoción patriótica con que se presenta la realidad,
de modo que desempeñan un papel importante los recursos
empleados por el orador, es el caso: "…la podredumbre insolente
la injuria y desafía," Martí evoca un pasado de
valores
equívocos, a la miseria moral, de quienes se creían
cubanos y patriotas, enfrenta el vigor, la fe de un pueblo
oprimido, cuando dice, en otra metáfora verbal unimembre:
"no tememos que el gusano del Lavapiés
llegue al corazón de Ignacio Agramonte," no se
puede permitir que lo indigno, lo indecoroso, lo ilícito
llegue a Cuba, a los patriotas honorables, simbolizado, en esta
ocasión, en una de las grandes figuras de la guerra de
independencia, quien supo levantar el espíritu de la
revolución en momentos oportunos, tangibles y
necesarios.
Epíteto
La adjetivación tropológica, que se
observa con bastante frecuencia en el discurso, tal como se
valora en lo antedicho, se revela cuando:"…una sombra
colérica y sublime, la sombra de la estrella en el
sombrero;…"para expresar una idea que no por reiterada deja de
ser singular. (27)
El epíteto en metáfora "una sombra
colérica y sublime" funciona como elemento integrante de
la metáfora. Su originalidad reside en la manera de usar
la sintaxis figurada, al vivificarla, su sello individual se
connota al atribuirle cualidades propias del hombre al sustantivo
abstracto "sombra": creando al mismo tiempo un
epíteto-antítesis: "sombra colérica"
/ "sombra sublime." Lo distintivo nace de la marca especial,
de la talla y mérito poético del creador, con ello
se advierten los sentimientos de libertad, patriotismo, a los que
se van sumando los motivos relacionados con el tema central: el
llamado al combate, el espíritu de lucha; pero,
debía trabajarse con mayor rigor y efectividad las
condiciones subjetivas que llevaran necesariamente al triunfo,
por consiguiente, resulta revelador un aspecto clave, que
acompaña los epítetos en metáfora, la
iteración del sustantivo "estrella," de dimensión
extraordinaria en la simbología martiana: semejante a
luz, altura,
dignidad, camino, verdad, esperanza; es la "estrella" que ha
guiado a los cubanos por el camino de la gran verdad; de luz y
esperanza, a la altura de la dignidad que caracterizó a
hombres como Maceo, Gómez y el propio Martí,
asimismo es el centro de la ideología moral martiana indisolublemente
vinculada al sentimiento de la dignidad nacional, el
decoro.
La "estrella" se asocia con su propia luz, con la
magnificencia y belleza del mundo natural, con la amplitud del
cosmos. Si se hurga en las tradiciones y creencias de los
pueblos, se advierte que estrella presenta invariablemente una
carga significativa positiva: fortuna, libertad, en este sentido
la emplea Martí. La estrella es, además una entidad
universal. Una estrella es vista por hombres de todos los lugares
y de todas las épocas, señorea en el tiempo y en el
espacio.
Desde otra perspectiva, se identifican otros
epítetos en los cuales se exalta la realidad, lo que hace
patente la energía en el lenguaje utilizado: "Pero yerra
el que diga, […] que el cubano libre que tiene en algo la
salud de la
patria y el honor, no es más que silla de monta, para que
el tirano militar se pavonee, después de la
guerra triunfante, sobre una tribu de demagogos
sumisos."(28)
Cada epíteto da el carácter esencial que
reúne la representación, en estos casos, de la
realidad que presenta; se subrayan los epítetos
enfáticos con signo positivo como " guerra triunfante",
otro negativo como, "demagogos sumisos," el epíteto
típico " tirano militar," de esta manera alude a la
creencia de algunos acerca de que la revolución era para
acomodarse, que debía responder a los intereses de unos
pocos que sustentaban el poder
económico peninsular en estrecha alianza con el sector
más poderoso de la burguesía insular, los que
presumen, los que hacen alarde y ostentación de sus
riquezas y poder; los "demagogos sumisos," aquellos cubanos
dóciles ante sus designios, al mismo tiempo, aparentan
sostener los intereses del pueblo para conquistar su favor,
Martí previó lo que no podía suceder y
diseña un cuadro general de la política cubana, el
programa de conducta
política, por eso dice:"Época de aprovechamiento y
de reconstrucción es esta época…" (29)
La república sería de los cubanos para
establecer como ley primera " el culto a la dignidad plena del
hombre ": así alcanzar el derecho de todos los que en la
isla habitan. Se trataba, pues, de poner en primer término
la tarea patriótica, buscando un equilibrio y desprenderse
del espíritu colonial, ante la nueva realidad, la
única solución era la independencia, la
república, sin anexión.
El análisis del discurso desde el punto de vista
de los recursos expresivos permitirá a cualquier lector
acceder a un conocimiento cabal e íntegro de la
comprensión de un mensaje trascendental, de gran vigencia
y actualidad que trasmite Cuba a los hombres de buena voluntad y
de sólidos principios humanos, pues, aún los
peligros son potenciales.
La presencia del fenómeno estilístico
tiene, tres funciones:
cognoscitiva, individualizante y evaluativa, se revela como el
giro que utiliza el orador para hacer más perceptiva y
apreciable la realidad que describe, caracterizar mediante la
aportación de los modos y fisonomías otros
fenómenos.
Como derivación de esta investigación resulta el establecimiento de
un registro
tropológico a partir de algunas expresiones seleccionadas,
que por su significación, ponen de manifiesto rasgos y
características de la realidad cubana en el contexto de
preparación y organización de la guerra.
El registro tropológico establecido, como
síntesis del análisis y propuesta de
este trabajo, se ha
diseñado a partir de la idea a defender, siguiendo el
criterio aleatorio de selección,
del total de expresiones tropológicas,-53, las 23-
muestras del discurso, es decir,-46%, revelan que: los elementos
o recursos figurados son constantes y frecuentes, pues así
lo refleja la totalidad, al mismo tiempo, la presencia de las
imágenes, las metáforas y los epítetos
explicitan la diversidad y la gran variedad, apreciadas en las
imágenes que comunican los más notables
sentimientos del orador; algo similar ocurre con las
metáforas, presentadas desde diferentes ángulos y
matices, como son las verbales cuya naturaleza compositiva tiene
que ver con la esencia del tema histórico y revolucionario
que trata; igualmente las nominales, perifrásticas,
unimembres; a su vez, los epítetos, en sus
disímiles clasificaciones, para contraponer, tipificar y
enfatizar una idea o situación en función de la
intención comunicativa y la concepción
ideológica del orador.
Las metáforas se distinguen como la
expresión de una actividad cognitiva conceptualizadora y
categorizadora, su riqueza y variedad muestran los sentimientos,
pensamiento y estilo del orador, su actitud ante la vida, la
patria, en este sentido, "La metáfora es la estructura
cognitiva esencial para nuestra comprensión de la
realidad."(30) El lenguaje metafórico es, a la
sazón, una consecuencia, de la capacidad de pensar
metafóricamente, del mismo modo; el estilo, la riqueza
ilimitada de la expresión metafórica, ligada a la
esencia misma de la idea que comunica y las nuevas relaciones de
semejanza que logra, lo que hace que se convierta en la
médula del discurso.
La imagen aparece en menor número, predomina la
unión de varios sentimientos; tiene gran capacidad
persuasiva, profundo contenido y las ideas implícitas
participan de la ideología del orador. La coherencia
temático-ideológica manifiesta ineludiblemente su
unidad, su importancia cognoscitiva, práctica, valorativa
y comunicativa, en tanto su sentido figurado, la dota de la
riqueza que brota de los múltiples poderes representativos
de la imaginación.
Se revela la imagen como parte de un todo, para
constituirse como uno de los tropos más efectivo, al
presentar las ideas y objetos más sensibles y
susceptibles, al vislumbrarse mejor la realidad descrita como
representación viva de una cosa, un fenómeno,
proceso,
acontecimiento, etc. constituye un medio distintivo de gran
importancia cognoscitiva, tanto en sentido figurado como en su
forma directa o sentido recto. Comparándola con la
metáfora, una y otra son maneras de revelación
humana de la realidad, del cosmos humano en relación con
el
Universo.
Con el empleo del epíteto se enfatizan los rasgos
que caracterizan e individualizan los diferentes fenómenos
de la realidad cubana de la segunda mitad del siglo XIX y de la
emigración, aspectos que se valoran sumamente
trascendentales, el
conocimiento y visión que tiene del fenómeno;
resulta, un medio básico para individualizar una
situación.
El epíteto-conjuntamente con la metáfora y
la imagen-personalizan los elementos fundamentales del estilo
literario martiano en su pieza oratoria, condición de
auténtica creación artística.
CONCLUSIONES
La exploración realizada del texto
discursivo ha permitido la reflexión de conjunto sobre los
significados de la acción desarrollada por Martí
que estudió las causas del fracaso de la Guerra Grande y
sobre esa base organizó y preparó las condiciones
indispensables para aunar las fuerzas llamadas a la lucha por la
liberación nacional, eliminar divisiones, levantar una
patria verdadera y avizorar el futuro latinoamericano, pues
él percibió y comprobó los síntomas
de ciertos fenómenos existentes en el desarrollo
capitalista, cuyo agudizamiento o desproporción eran
manifestaciones primarias de una nueva fase, la imperialista.
Èl se convirtió, desde que el imperialismo
empezó a acusar sus rasgos, en su crítico y
opositor.
En la prosa de estos discursos los elementos figurados
adquieren una nueva dimensión y significación que
los hacen ser verdaderamente singulares en la relación que
se establece entre el pensamiento y el estilo, es decir,
Martí emplea los mismos recursos para potenciar los
significados, lo cual puede ser una explicación de los
valores tropológicos múltiples de su discurso que,
no se enajenan de la realidad sino que pretenden estetizarla y
mejorarla por medio de lo que aporta o brinda el arte, a
diferencia de algunos creadores, como por ejemplo los
simbolistas, que cuando usan en sus textos los recursos
tropológicos transgreden la realidad hasta abolir el
significado de la literatura.
En el discurso se manifiesta un lenguaje
tropológico que constituye un aspecto
fundamental–funcional y de principal orden en el
pensamiento y estilo oratorio martiano, reflejado en el registro
establecido como síntesis del análisis, lo que
comprueba el juicio valorativo, acerca de la singularidad,
asimismo posibilita, como aporte
científico–metodológico, la consulta a
estudiosos de la oratoria.
Se ha demostrado que el sentido figurativo de la
metáfora y otros recursos tropológicos, no le ha
restado el valor cognoscitivo, práctico, axiológico
y comunicativo que tiene el discurso, atendiendo a las
consideraciones que sobre el género se
han emitido, sino todo lo contrario, activa el proceso del saber,
se redimensiona el lenguaje tropológico y le imprime a la
alocución más sentido de integralidad y con ello,
nuevas posibilidades para comprender y penetrar en los procesos
reales de la sociedad cubana del siglo XIX.
En el estilo oratorio, el plano general de
análisis, se transparenta en la constancia y frecuencia de
las expresiones figuradas, como un elemento inherente al
pensamiento del orador, de manera que pensamiento y estilo
oratorios se funden y afirman la unidad en la variedad y la
diversidad tropológica, que es, su
singularidad.
Referencias
bibliográficas
1- Roa, Raúl: "Rescate y Proyección de
Martí." En: Siete enfoques marxistas sobre
José Martí,P.32.
2-Luis Álvarez : Estrofa, imagen,
fundación: la oratoria de José
Martí, P.67.
3-Cintio Vitier: " Los discursos de Martí ."
En: Temas martianos , P.89.
4-Luis Álvarez : Estrofa, imagen,
fundación: la oratoria de José
Martí, P.67.
5- José Martí: " El Diablo Cojuelo
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6-_______: " Catecismo democrático."
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Autor:
Isabel Heredia Sánchez
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